10 reglas para acelerar el rediseño en sistemas de salud.

Los sistemas de salud son muy complejos, estamos en un entorno en donde pasan muchas cosas al mismo tiempo, en donde los cambios suelen instaurarse de manera muy lenta y poco eficiente. Y, por otro lado, son sistemas que deberían de estar a la vanguardia, pero no los podemos detener para implementar cambios y hacer mejoras, ya que debemos atender pacientes todo el tiempo, y seguir con la atención segura y de calidad de forma ininterrumpida.

Hace tiempo el Instituto para la mejora de los Servicios de Salud (IHI por sus siglas en inglés) publicaron estas 10 reglas para acelerar el rediseño en los sistemas de salud, no vamos a profundizar mucho en ellas, ya que nos quedaríamos cortos de tiempo, pero mencionarlas resulta importante.

  1. Cambiar el balance del poder: hay que producir salud y bienestar de la mano de los pacientes y sus familiares, no solo desde las organizaciones.
  2. Estandarizar lo que haga sentido: estandarizar procesos que sean posibles reducen variabilidad innecesaria en los procesos, y aumenta el tiempo disponible para el cuidado individualizado.
  3. Personalizar para los individuos: hay que contextualizar el cuidado para las necesidades, valores y preferencias de las personas, adheridas hacia lo que importa para el paciente.
  4. Promover bienestar: enfocarnos en resultados que le importan a las personas, considerando que su felicidad y bienestar puede no requerir atención a la salud en ese momento.
  5. Crear felicidad en el trabajo: cultivar el orgullo y el disfrute de la fuerza laboral.
  6. Hacerlo fácil: reducir el desperdicio continuamente, así como los requisitos y actividades que no sumen valor para pacientes, familiares y personal.
  7. Mueve conocimiento, no a las personas: usemos las herramientas tecnológicas para mejorar la atención y llevar la atención a donde están los pacientes, literalmente.
  8. Colaborar y cooperar: reconocer que los sistemas de salud llegan hasta afuera de los hospitales. Dejar de trabajar en espacios aislados y trabajar todos juntos.
  9. Asumir abundancia: usemos todos los recursos a nuestra disposición para optimizar el entorno social, económico y físico. Especialmente para pacientes, familiares y comunidades.
  10. Regreso de dinero: Usar el dinero del sistema de salud para otros propósitos públicos y privados.

Considero que estos consejos ayudan a que, como sistema, vayamos cambiando los sistemas de salud, a cambios muy muy necesarios.

¿Ustedes que opinan? ¿Creen que los sistemas de salud necesitan cambiar? Los invitamos a participar con nosotros en los comentarios.