Curvas de aprendizaje
Imagino que casi todos hemos escuchado este concepto de “curva de aprendizaje”, descrito de una manera sencilla, esto habla sobre el tiempo que nos toma el dominar un proceso o un procedimiento. Un ejemplo sencillo es el tiempo que le toma a un cirujano, el lograr hacer alguna intervención de manera eficiente y segura, sin mucha variabilidad en el proceso. Y esa curva por supuesto representa tiempo.
Hay estudios que hablan sobre esta curva de aprendizaje en algunos procedimientos, y tratan de estimar el tiempo que toma, sin embargo, al ser la población tan heterogénea creo que no tiene tanto caso buscar un número mágico que nos haga “expertos” en cierto tema o en cierto procedimiento.
En este espacio solemos hablar de seguridad del paciente, de calidad en la atención médica, de responsabilidad civil profesional. Y me preguntarán ¿Qué tiene que ver esto con “curvas de aprendizaje?
En salud, los profesionales que nos dedicamos a atender pacientes (personas) vivimos esa curva de aprendizaje con ellos, si tenemos suerte, esta curva la llevamos guiada por profesionales más experimentados que nos acompañan en lo que optimizamos nuestros procedimientos o nuestros procesos, pero en otros casos se hace de manera autónoma. Y esto puede repercutir en la atención a los pacientes, puede repercutir en la salud y en los resultados de los pacientes.
Algunas recomendaciones para tratar de hacer estas curvas de aprendizaje más cortas y seguras son:
- Trabajar en equipo: contar con disponibilidad de personal más capacitado que nosotros mismos para entrenar y aprender nos ayudará a que nuestros resultados sean mejores en un menor tiempo. Y con el equipo “cuidarnos entre todos”, esto incluye al paciente, debemos de cuidar lo que hacen nuestros colegas, los miembros de nuestro equipo, e involucrar al paciente.
- Estudiar: si queremos perfeccionar una tarea o un procedimiento, el contar con la ventaja de conocerlo a detalle en la teoría, nos ayudará que la práctica sea más sencilla.
- Planear: cuando realicemos algún procedimiento o alguna tarea debemos de estar preparado para todos los escenarios posibles, y tener soluciones propuestas para cada una de ellas.
El contar con un seguro de responsabilidad civil profesional, nos ayuda también a ofrecernos tranquilidad en esos momentos de curvas de aprendizaje, en que estamos trabajando en tareas que nos representan un reto, mientras hagamos las cosas como se deben hacer, los seguros de RC son grandes aliados para la tranquilidad de los profesionales de la salud, ya que nos respaldan en caso de reclamaciones derivadas de nuestra práctica médica.
Ustedes ¿Cuál ha sido la curva de aprendizaje que más les ha costado? ¿o la que más han disfrutado? Los invitamos a participar con nosotros en los comentarios.