Un punto muy importante para poder establecer un ambiente con seguridad del paciente adecuado es el de la creación y vigilancia de procesos o protocolos, garantizar que se cumplan y que reduzca el riesgo de variaciones en los procesos, lo que podría llevar a errores.

Por eso les presentamos 4 consejos para crear procesos confiables en instituciones de salud.

1. Segmentar: si cada cambio que busquemos establecer lo intentamos implementar en toda la organización desde un inicio va a ser más difícil lograr un impacto real, así como poder poner en acción el plan deseado.
   1. Identifica toda la población que se verá afectada (para bien o para mal) de este cambio en procesos.
   1. Selecciona un grupo de personas en donde puedes aplicar los cambios, un grupo que sea fácil de monitorear y dar seguimiento, así como recibir retroalimentación.
2. Visualiza: diseña una representación gráfica del proceso (idealmente un diagrama de flujo).
   1. Apóyate de la gente ideal dentro de la institución que sabe de procesos.
   1. Identifica el inicio y el final del proceso para que todos los involucrados conozcan tanto los pasos al inicio como al final.
   1. Plasma el proceso usando un diagrama de flujo (registra como funciona, NO como debería funcionar).
   1. Revisen el diagrama de flujo.
   1. Identifica defectos potenciales y prioriza lo que puede presentar mayor riesgo.
   1. Identifica los defectos que quieres corregir primero.
3. Estandariza y simplifica: asegura que los pasos a seguir sean sencillos y basados en diferentes roles (no en personas específicas).
   1. Determina lo que quieres estandarizar.
   1. Establezcan una lluvia de ideas con todas las personas que estarán involucradas.
   1. Estandariza los procesos preguntando lo siguiente:
      1. ¿Quién va a hacer los pasos específicos?
      1. ¿Qué parte del proceso van a completar?
      1. ¿Cuándo lo van a completar?
      1. ¿Dónde lo van a completar?
      1. ¿Cómo lo van a completar?
      1. ¿Qué recursos requieren para completarlo?
4. Desarrolla un plan B: puede suceder que no salgan las cosas como lo planeamos, y debemos estar preparados para eso.
   1. Identifica que pasos del proceso requieren un plan B.
   1. Desarrolla el plan B siguiendo los mismos pasos previos.
   1. Incorpora el plan B en tu diagrama de flujo actual.

Estos son consejos prácticos, paso a paso, que nos ayudarán a realizar mejoras en nuestra institución de salud. Es muy útil cuando no sabemos por donde empezar.

Dr. Bernardo Rea Ruanova

Administrador de riesgos clínicos
Grupo Mexicano de Seguros

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